SONATA EN TRES MOVIMIENTOS PARA UN INSTRUMENTO MÁGICO.- ISABEL LEÓN GUZMÁN

ISABEL LEÓN GUZMÁN

Performance dentro del Festival de Arte de Acción y Performance 9Abierto de Acción. Museo de Jaén, marzo 2013. (dentro de las actividades programadas para ArtJaén)

Esta acción está inspirada en la última exposición “Música y Acción” del Centro José Guerrero de Granada, así como por el taller impartido por Joan Cerveró cono motivo de la misma. Por otro lado, está influida por el trabajo realizado dentro del laboratorio de experimentación artística y corporal de Enclave (Granada) en el que participo desde hace meses, así como por el taller “Body awareness and action art (performance)” (Conciencia del propio cuerpo y arte de acción) realizado en febrero en Sevilla a cargo del artista Willem Willhemus.

Comienzo la acción “preparando” las fregonas, poniéndole los palos, sacándolas de sus fundas. Después lleno el cubo con un bidón de agua, y seguidamente me tumbo junto a las fregonas antes de comenzar la sonata.

En el primer movimiento, cojo la fregona azul y realizo movimientos y sonidos sencillos, sutiles y cotidianos. Saco y meto la fregona, la escurro, dejo caer gotas dentro del cubo o fuera, la giro dentro del agua…

En el segundo movimiento cojo otra fregona, una roja, de otro material, y repito algunos de los movimientos anteriores, pero esta vez introduzco otros sonidos y movimientos, en los que utilizo la fregona para fregar: limpio el suelo, dejo caer agua, choco contra pareces, golpeo el suelo…

En el último movimiento voy sacando el cubo y las fregonas a la calle. Comienzo con la última fregona, blanca de algodón, y seguidamente “toco” con las tres a la vez. El ritmo, la velocidad, la intensidad va en aumento… Juego con las tres fregonas a la vez con gran intensidad, utilizándolas de manera poco ortodoxa, limpiando de rodillas con las manos.

La acción parte de una motivación musical y lúdica, de experimentación formal con el objeto y el cuerpo. Sin embargo, el uso de la fregona como “instrumento”, así como la realización de la misma tan cerca del Día de la Mujer, y el final algo violento, dotaron a la acción de una fuerte connotación simbólica, relacionada con la mujer y el trabajo doméstico.

No era mi intención hacer una acción de protesta o reivindicativa, sin embargo, asumo el sentido que adquirió y lo hago mío. No obstante, más que una protesta, yo diría que es un homenaje: me gustan las fregonas; es un gran invento.

(Gracias a María Cano y Olga Diego por sus fotos)